Washington.- El aspirante presidencial republicano Donald Trump quiere más que un muro para impedir que inmigrantes vivan en Estados Unidos sin autorización legal.
Trump desea además poner fin a la “ciudadanía por nacimiento” para sus hijos, dijo el domingo. Y, si fuese presidente, rescindiría las órdenes ejecutivas del gobierno de Barack Obama sobre inmigración y deportación.
Trump describió su visión de cómo proteger las fronteras estadounidenses durante una entrevista en el programa de NBC “Meet The Press”, en la que dijo que buscaría poner fin al derecho constitucional de ciudadanía para los hijos nacidos en Estados Unidos de inmigrantes que radican en el país sin autorización legal.
“Tienen que irse”, dijo Trump, y añadió: “Lo que ellos están haciendo es teniendo bebés. Y de repente, nadie sabe… el bebé está aquí”.
Los niños nacidos en Estados Unidos —incluso de inmigrantes ilegalmente en el país— han sido considerados ciudadanos automáticamente desde la adopción de la 14ta enmienda de la Constitución en 1868.
Las probabilidades de anular esa cláusula serían muy pocas, pues ello requiere dos tercios de los votos en ambas cámaras y el respaldo de tres cuartos de las legislaturas estatales de la nación. Congresistas republicanos han fracasado desde 2011 en esfuerzos para poner fin a la “ciudadanía por nacimiento”. Algunos conservadores dicen que la cláusula podría ser cambiada sin enmendar la Constitución.
“Ellos son ilegales”, dijo Trump sobre las familias que enfrentan deportación. “O tienes un país o no lo tienes”.
Las declaraciones de Trump se dan luego de que el sitio web de su campaña publicara su programa para una “reforma migratoria”. Entre los detalles: Hacer que México pague la construcción de un muro fronterizo permanente. Deportación obligatoria para todos los “extranjeros delincuentes”. Triplicar el número de agentes migratorios al eliminar créditos para el pago de impuestos a las familias de inmigrantes que residen ilegalmente en Estados Unidos.
Dijo que las familias con niños nacidos en Estados Unidos podrían volver rápidamente al país si el gobierno los considera valiosos.
“Intentaremos regresarlos rápidamente, a los buenos”, dijo y agregó: “Expeditaremos su regreso, para que puedan volver. Los buenos pueden volver”.
Trump no dio más detalles de cómo definiría a “los buenos”. Pero al respaldar sus polémicas declaraciones previas de que México enviaba delincuentes a través de la frontera, Trump dijo que una rígida política de deportación era necesaria porque “hay evidencia contundente” de crímenes vinculados a inmigrantes que viven en el país de forma ilegal.
El empresario neoyorquino dijo que anularía las órdenes ejecutivas del presidente Barack Obama en las que se permite que unos 3,7 millones de inmigrantes que residen en Estados Unidos de manera ilegal, permanezcan en el país a causa de sus familiares estadounidenses. Las acciones firmadas por Obama en 2014 fueron suspendidas temporalmente por varias cortes federales en contra de la alteración de las políticas migratorias sin la aprobación del Congreso. Dichos casos podrían terminar en la Suprema Corte.
“Debemos fijar estándares completamente nuevos”, dijo Trump. “Y cuando la gente venga, tiene que hacerlo legalmente”.
El plan de Trump fue respaldado por el senador republicano por Alabama, Jeff Sessions, quien presiden un subcomité del Senado sobre inmigración.
“Esto es exactamente el plan que Estados Unidos necesita”, dijo Sessions en un comunicado. “Crucialmente, este plan incluye un énfasis en sacar de la pobreza a nuestras comunidades minoritarias en apuros, incluyendo nuestras comunidades de inmigrantes, al evitar que las corporaciones traigan nuevos trabajadores del extranjero para reemplazarlos y bajen los salarios”.