Washington.- Cientos de indocumentados protestaron hoy frente a la Suprema Corte de Justicia para pedirle a sus nueve magistrados validar la legalidad de las acciones ejecutivas del presidente Barack Obama para ayudar a millones de migrantes.
La protesta tuvo lugar poco después que el Departamento de Justicia apeló ante el máximo tribunal la decisión de la Corte del Quinto Circuito de Apelaciones que declaró ilegal la ampliación del Programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA) y su versión para adultos DAPA.
“Estamos celebrando pero al mismo tiempo denunciado a los republicanos que están en contra de las acciones ejecutivas. Por eso estamos aquí y por eso vamos a continuar con esta lucha”, proclamó el líder comunitario y dirigente de Casa Maryland, Gustavo Torres.
Aunque la administración Obama apeló la decisión del tribunal de apelaciones, la Corte Suprema aún debe decidir si acepta la solicitud del Departamento de Justicia. En caso de hacerlo, su fallo tendría lugar en junio de 2016, antes de los comicios presidenciales.
Para apoyar la causa migratoria, organizaciones sindicales y comunitarias anunciaron durante la manifestación el inicio de una campaña de cartas, incluidas nueve para cada uno de los miembros de la corte, a fin de abogar por justicia y respeto para los inmigrantes.
Entre los principales blancos de la campaña está el magistrado Anthony Kennedy, quien según expertos podría convertirse en el fiel de la balanza en lo que podría ser una decisión cerrada en caso de que la corte acepte la apelación de la administración Obama.
“El juez Kennedy es vital, es quien al final va a tomar la decisión de esto. Calculamos que son cuatro a favor y cuatro en contra, y es el juez vital y con él nos vamos a enfocar”, indicó Torres.
Familias de inmigrantes empezaron a llegar alrededor del mediodía a las inmediaciones de la corte en un soleado viernes invernal. Fueron autorizadas a manifestarse sólo en la banqueta, donde montaron un improvisado templete para ser escuchadas.
“Por favor les pedimos con el corazón en la mano que nos ayuden a cambiar nuestras vidas y las de nuestras familias”, imploró la mexicana Mariana Ávila a los pies de las escalinatas del máximo tribunal.
Al acto llegó también la inmigrante salvadoreña María Alfaro, acompañada de su hija y de su nieta. A sus 55 años, la mujer espera que los magistrados presten atención a la duras condiciones de vida de los indocumentados.
“Mi sueño es tener un trabajo estable, no andar (…) que nos corren por no tener papeles, que nos discriminan, que se aprovechan de uno, es bien difícil vivir así en este país, en las sombras”, comentó a Notimex portando una pancarta en demanda de justicia.
En su apelación, el Departamento de Justicia pidió a la máxima instancia judicial del país acelerar el proceso de consideración y resolución de este caso durante su actual periodo de audiencias, que concluirá en unas semanas más.
El gobierno busca así implementar las acciones anunciadas el año pasado por el mandatario, antes que deje la Casa Blanca en enero de 2017, y asegurar así la protección legal de al menos cinco millones de indocumentados, en caso de obtener una resolución favorable.
La apelación se produjo 10 después que un panel de tres jueces de la corte de Nueva Orleans falló a favor de prolongar la suspensión sobre la implementación de esas medidas, dictada antes por el juez federal Andrew Hansen, en respuesta a la demanda de 26 entidades encabezada por Texas.
El líder de Casa Maryland, Gustavo Torres, señaló que si la corte acepta la apelación de la administración Obama, podría tener un impacto significativo en el resultado de las elecciones de noviembre de 2016.
“Va a ser un impacto increíble porque nuestra comunidad que puede votar, jamás votará por candidatos que digan que van a parar las órdenes ejecutivas del presidente Obama (…) millones de nosotros en los estados claves vamos a votar en contra de ellos”, dijo Torres.