A pesar del revés a la propuesta de permitir que los Dreamers sean admitidos en las Fuerzas Armadas, el congresista Rubén Gallego confía que la medida será pronto aprobada.
“Nunca pensamos que íbamos a llegar tan lejos en este asunto, y ahora el tema se ha puesto en la mesa para que sea discutido.
Un sistema migratorio no debe por ningún motivo interponerse en el fortalecimiento de nuestras fuerzas armadas”, dijo Gallego, veterano de la guerra de Irak.
La semana pasada la Cámara de Representantes aprobó por 221 votos contra 202 una enmienda que elimina el acceso de Dreamers a las Fuerzas Armadas bajo la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA por sus siglas en inglés).
En entrevista con Mixed Voces, Gallego mencionó que los Dreamers que aspiran a servir a su país de esta manera tienen un permiso para trabajar, pagan impuestos y son miembros de la sociedad, por lo que les debe ser concedido ese derecho como a cualquier otro residente de Estados Unidos.
“Me hubiera sentido orgulloso de servir en las Fuerzas Armadas junto a estos jóvenes. Este no es un asunto de inmigración, se trata de una cuestión militar”, agrego Gallego.
Gratitud a la patria
Actualmente hay casi medio millón de jóvenes que tienen el beneficio de la Acción Diferida Para los Llegados en la Infancia (DACA), y se calcula que al menos hay 1.6 millones de indocumentados que han pasado gran parte de su vida en Estados Unidos pero que no tienen estatus legal permanente que les permita servir a “su país”.
Uno de esos soñadores es Cristian Ávila, un residente de Phoenix que después de graduarse de la Preparatoria Brophy, reconocida por su excelencia en estudios de medicina y leyes, trató de enlistarse en las Fuerzas Armadas sin ningún éxito.
Ávila, quien es actualmente coordinador de la organización Mi Familia Vota, fue entrevistado por militares que trataron de enlistarlo como Marine; sin embargo, al enterarse de que no era residente permanente sino beneficiario de DACA lo ignoraron y no volvieron a buscarlo más.
“Cuando supieron cuál era mi estatus no volví a saber de ellos. Yo no sabía qué había pasado, y fue hasta que me puse a investigar con amigos que me enteré que no podía hacer realidad mi sueño”, reconoció Ávila.
“Este país me ha dado una mejor vida y servir como Marine sería mi granito de arena para regresarle algo de lo mucho que me ha dado. Ojalá pueda pronto apoyar a este país que me ha dado mucho”, indicó Ávila.